Probablemente hayas oído hablar de las resoluciones para el nuevo año. ¿Cuántos de nosotros comenzamos con mucha energía, entusiasmo y compromiso? Es fundamental tenerlos delante de nosotros y compartir con alguien mas. ¿Para qué? Para mantenernos bajo control y preguntarnos sobre nuestro progreso. Como profesional en comportamiento humano, puedo dar fe de cuán precisas son esas declaraciones. Nos convertimos en lo que invertimos nuestra energía, tiempo y atención.
Somos humanos que necesitamos nutrirnos en tres áreas. Esas son: nuestros cuerpos, alma y espíritu. Nuestra alma consiste de la mente, las actitudes, la voluntad y las emociones. Necesitamos comenzar con instrucciones específicas para mantener nuestra salud en esas áreas. Tenemos un manual, una guía que puede arrojar luz sobre ellos. Esa es la Biblia. Nuestro Creador, Dios, expresa cómo podemos llegar a ser victoriosos y resistentes en nuestro viaje.
¿Le gustaría ajustar su perspectiva para ser victorioso y resiliente? No mencioné libre de problemas. Es todo lo contrario, y Dios nos advierte que enfrentaremos adversidades y pruebas. Y al mismo tiempo, nos garantiza que estará con nosotros durante esos períodos. El primer aspecto de nutrir nuestras almas es sacar tiempo para estudiar su palabra. Josué capítulo uno versículos 8-9 “ El libro de aquesta ley nunca se apartará de tu boca: antes de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme á todo lo que en él está escrito: porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente: no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios será contigo en donde quiera que fueres.”
Como acabas de escuchar o leer, esta escritura expone lo que expliqué. También compartiré lo que dice el Salmo uno, versículos 1-6. “BIENAVENTURADO el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Antes en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. Y será como el árbol plantado junto á arroyos de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará. No así los malos: Sino como el tamo que arrebata el viento. Por tanto no se levantarán los malos en el juicio, Ni los pecadores en la congregación de los justos. Porque Jehová conoce el camino de los justos; Mas la senda de los malos perecerá.”
El estudio de la palabra de Dios incluye seguir sus pautas: para empezar, examine los Diez Mandamientos. Mucha gente piensa que no son válidos y no se aplican a nosotros en estos días. Como referencia, léalos en Deuteronomio capítulo cinco y Éxodo capítulo veinte. Ahora, examine los siguientes versículos 14 al 16 del capítulo treinta de Deuteronomio. “Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas. Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal: Porque yo te mando hoy que ames á Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos y sus estatutos y sus derechos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra á la cual entras para poseerla.”
Confirmado, aunque mucha gente piensa que no son válidas y que no se aplican a nosotros en estos días. En el Nuevo Testamento, estas escrituras están en Romanos, capítulo 10, versículos 6 y 8 y citadas por Jesús en Marcos 10:17-19, Marcos 12:30-31, Mateo 5:17 y Mateo capítulo 22:36-40. La recomendación es comenzar a estudiarlo apenas se despierte, en su celular, incorporarlo en el desayuno, manejando su vehículo o viajando en el autobús o tren. Hay una aplicación de la Biblia accesible en los celulares que puede leerla por usted, y podría ser su guía para referirle y comenzar a nutrir y edificar su alma.
Además, mientras hace ejercicios, puede reproducirlo y con música para refrescar su alma y espíritu. Si eres una madre cuidando niños, incorpóralo a tus quehaceres diarios. A medida que escuche repetidamente, le resultará más fácil de entender. Además, sería cómodo seguir sus principios como practicar actos de justicia, amor y misericordia y observar la reverencia a Dios que se nos presenta en Miqueas capítulo 6 versículo 8. Aquí enfatiza el perdonar como un acto de obediencia y honor ante Dios y el prójimo. En la oración del Padre Nuestro, también es un recordatorio para perdonar, y de esa manera, recibiremos su perdón y bendiciones. Como una meta de superación personal para aquellos que buscan crecer en esa área. Es un aspecto que muchas empresas están incluyendo como parte de su crecimiento para facilitar el que las comunidades los conozcan. Le llaman el Día de acción en las comunidades. Puede ver que incluso las empresas buscan desarrollar a sus trabajadores en áreas que preparan el alma.
En este libro, aprendemos a practicar buenas obras para con los demás, y las empresas lo nombran como hacer buenas obras para la comunidad. Puedes empezar practicando actos de justicia en tu vida personal, como cuidar de viudas y huérfanos. (Salmo 82:3). “Defended al pobre y al huérfano: Haced justicia al afligido y al menesteroso.” Puede ampliar su estudio sobre este tema en el libro de Éxodo 22:22-23, y el primer capítulo de Santiago, versículo 27. Estás cuidando tu cuerpo, alma y espíritu. No es una molestia, y puede volverse más saludable en todas estas áreas si le dedica tiempo intencionalmente, como con cualquier esfuerzo. Espero que inicie este momento con disciplina observando y practicando lo que Dios espera de nosotros.
Si no ha declarado a Dios como su Padre porque nunca lo ha tenido. Por razones como que lo perdiste a una edad temprana y creciste sin un padre, o que estuvo ausente de su vida e intereses debido al trabajo, o porque era peligroso estar cerca de él debido a su comportamiento violento. O no le interesa restaurar esa relación, o él no está vivo. Aquí está su oportunidad sólo repita estas palabras- Dios, necesito empezar de nuevo en mi vida, y necesito tu toque sanador en mi mente, emociones, actitudes y corazón. Por favor, dame una nueva oportunidad ya que reconozco que necesito un nuevo comienzo. He oído hablar de ti y de lo que hiciste por mí al enviar a tu único hijo Jesús para ser sacrificado por mí. Creo en su resurrección, expresando que necesito una nueva vida y comienzos.
Busque una comunidad de discipulado que le enseñen acerca de Dios, Jesús y el Espíritu Santo. Recuerde, su Salvación es por la misericordia y la gracia de Dios. Ningún otro acto aparte de su confesión acerca de su compromiso con Él y Sus enseñanzas.
Ahora mi atención se dirige a aquellos que saben acerca de Dios y su hijo, Jesús Cristo. Las desilusiones, las heridas, las pérdidas, las enfermedades y las traiciones de la vida, incluso de la comunidad de fe a la que serviste, le han hecho alejarse de Dios y de sus caminos. Él le está esperando, confiese sus pecados, y Él es fiel para perdonarle y abrazarle tal como eres. Vuelva a conectarse con una comunidad de discipulado y comience de nuevo.
Respetuosamente María Díaz
Las escrituras son de la Biblia Reina Valera Antigua, edición 1909. Dominio Público.
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