¿Le gustaría tener una corona imperecedera? Una corona es un accesorio usado por ciertas personas. Era codiciado por muchos porque representaba un puesto de prestigio, gloria, poder, autoridad. Durante siglos, la corona exhibía el estatus social superior del individuo que lo usaba. La mayoría diseñados con metales y piedras preciosas. Las personas que las usaron fueron seleccionadas para tener esa distinción. Hoy en día, las únicas monarquías que continúan con la tradición de la coronación son sólo la Monarquía británica y la Monarquía de Tonga. Sin embargo, otros países celebran coronaciones, pero no usan las coronas de metal para adornar sus cabezas, como en India.
En la Biblia, en el reino de Dios, se nos ofrece el privilegio de usar coronas como parte de lo que hacemos aquí en la tierra. Según la Biblia, hay cinco coronas. Las coronas estarán disponibles para aquellos que harán la obra de Dios y están registrados en su libro. En el libro de Malaquías, 3:16- “Entonces los que temen á Jehová hablaron cada uno á su compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fué escrito libro de memoria delante de él para los que temen á Jehová, y para los que piensan en su nombre.” Jesús estará sentado en el trono del Juicio, y honrará al pueblo con coronas. De acuerdo con el libro de memorias, Jesucristo juzgará, y todos estaremos de pie frente a Dios, y nuestro juicio se completará. Jesús otorgará coronas a quienes hayan realizado obras de acuerdo con las normas del Reino de Dios. El segundo libro de Corintios 5:10, explica: “Porque es menester que todos nosotros parezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que hubiere hecho por medio del cuerpo, ora sea bueno ó malo.” Es un recordatorio de muchas de las razones por las que estamos experimentando desafíos.
Cómo no todos vivimos vidas totalmente paralelas, somos únicos y para diferentes propósitos. En 1 Corintios 9:24-25, se nos anima y explica nuestra responsabilidad de ganar tal premio- “No sabéis que los que corren en el estadio, todos á la verdad corren, más uno lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Y todo aquel que lucha, de todo se abstiene: y ellos, á la verdad, para recibir una corona corruptible; más nosotros, incorruptible.” Por tanto, recibiremos como hijos suyos después que terminemos esta carrera, aquí en este mundo, la corona Imperecedera o Incorruptible. Contrasta con el resto de los objetos de este mundo, perecederas según Mateo 6:19. Y en 1 Pedro 1:4 “Para una herencia incorruptible, y que no puede contaminarse, ni marchitarse, reservada en los cielos.”
La segunda corona es conocida como la Corona del Gozo- Regocijo, y Jesús la colocará sobre los que ganen almas para el Reino de Dios. “Porque ¿cuál es nuestra esperanza, ó gozo, ó corona de que me gloríe? ¿No sois vosotros, delante de nuestro Señor Jesucristo en su venida?.” Este relato lo puedes encontrar en 1 Tesalonicenses 2:19. Esta corona será la recompensa para los que sufrieron toda clase de injusticias. “Y limpiará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y la muerte no será más; y no habrá más llanto, ni clamor, ni dolor: porque las primeras cosas son pasadas.” Apocalipsis 21:4.
La tercera corona expuesta en la Biblia es la de Justicia. Es una corona que los seguidores de Jesús pueden obtener y experimentar cuando lo aceptamos como Señor de nuestras vidas y esperamos su segunda venida. Como parte de la carrera, necesitaremos sobrellevar decepciones, desalientos, persecuciones, sufrimientos o incluso la muerte, confiados en que nuestra recompensa está en la eternidad y con Jesucristo. Pablo escribió al respecto en 2 Timoteo 4:8: “Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo á mí, sino también á todos los que aman su venida.”
Conocida como la Corona de Gloria, es la que Pedro describió que se nos otorgará a aquellos que anhelamos y amamos la aparición de Jesús. El honor y privilegio que tenemos de entrar en su reino, su presencia y llegar a ser como Jesucristo. En 1 Pedro 5:4, “Y cuando apareciere el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria”. Y el Apóstol Pablo habló, en Romanos 8:18, “Porque tengo por cierto que lo que en este tiempo se padece, no es de comparar con la gloria venidera que en nosotros ha de ser manifestada.”
Además, la Corona de la Vida es para los fieles que sobrellevan el dolor y, en algunos casos, la muerte, como mártires. Apocalipsis 2:10, “No tengas ningún temor de las cosas que has de padecer. He aquí, el diablo ha de enviar algunos de vosotros á la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación de diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.” Santiago 1:12 explica: “Bienaventurado el varón que sufre la tentación; porque cuando fuere probado, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido á los que le aman.” Demostramos nuestro amor por él al obedecer sus mandamientos, soportar todas las pruebas y permanecer fieles a él. Como 1 Juan 5:2-3, “en esto conocemos que amamos á los hijos de Dios, cuando amamos á Dios, y guardamos sus mandamientos. Porque este es el amor de Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son penosos.”
¿Cuáles son sus pensamientos con respecto a tal asignación? ¿Cómo le animan las diferentes coronas en esta carrera? ¿Cuál le gustaría llevar? Recuerde, no son perecederas y duran para la eternidad.
Respetuosamente, María Díaz
Todas las escrituras son de la Biblia Reina Valera Antigua, 1909. Dominio Público.

Comentários